domingo, 6 de junio de 2010

La radionovela como género literario



Durante el ejercicio de revisión y análisis que se hizo este semestre con mis estudiantes de Construcción Textual, me llamó la atención la forma ligera como se entraba a analizar las telenovelas, como un género indeseable, opaco, superficial. Ni siquiera por un momento lo asociaron con el Eduentretenimiento, la posibilidad de educar a través de la entretención, a través de la "lectura-espejo", aquella en donde nos vemos reflejados como individuos o como sociedad.
Por ello quiero compartir con ustedes un artículo publicado hoy en el Dominical de El Heraldo, que curiosamente aún no aparece en la web, en donde la escritora colombiana Piedad Bonnett cuenta cómo escribió por encargo, para una emisora de Holanda, una radionovela basada en la violencia de género.
A partir de esta producción, se han generado debates que visibilizan una de las problemáticas culturales más arraigadas en nuestra sociedad: las relaciones de dominio y poder entre la pareja, las desigualdades, la baja autoestima, los conflictos degenerados en violencia y las consecuencias previsibles que no permiten la evolución de una sociedad armoniosa, sana psíquicamente hablando.
Por ello, los invito a leer este interesante texto en El Heraldo; o, en su defecto, les regalo estas dos direcciones electrónicas donde se desarrolla más ampliamente el tema que titula este artículo:

Mónica Flórez Crissién
Docente -investigadora

sábado, 5 de junio de 2010

¿Por qué es tan difícil educar y entretener?








Por: Mónica Flórez Crissién


Les confieso algo: veo muy poco Telecaribe, sin embargo, este ejercicio de clase me ha motivado a observar ese canal Regional, que a veces siento tan lejano… (no sé si es porque soy “medio cachaca y medio caribeña”). Y en esa búsqueda por conocerlo, analizarlo y emitir un juicio, me he encontrado con sorpresas… “El libro de Sofía” es una de ellas, una serie de dibujos animados, creada en el 2004 por Gustavo Raad, quien ganó el premio India Catalina a mejor programa infantil colombiano en el 2007. En wikipedia leemos que “Su eje temático es educar a la teleaudiencia infantil, con temas como la ciencia y la cultura… invitando a los niños a una aventura con el conocimiento”.

Frente a tal antecedente, resulta difícil escribir lo que voy a escribir, pero no puedo evitarlo. Además, también hay que aclarar que es la percepción de un programa en específico, el emitido el sábado 15 de mayo de 2010. En esta emisión la protagonista es Sofía, una niña muy inteligente (caracterizada por las clásicas gafas), que interactúa con su hermano Daniel (un niño muy curioso al que wikipedia considera como el personaje que mueve la serie…). Sofía trata de enseñar sobre el Ballet o Danza clásica a Daniel y al Agente Super K (el tonto del paseo). Pareciera que siempre debe haber un tonto y uno inteligente en toda relación….

A través del tema -enseñando ballet a varones-, se plantean aspectos propios del género, los roles que asumimos como propios de un sexo o de otro. El profesor tiene que ser un francés, que no deja de lado el estereotipo de lo que asumimos como propio de mujeres o de un tercer sexo… El hecho de que sea extranjero hace que sea más respetable el asunto…

Esta es apenas una de las escenas que trata la serie muy por encima; después salta a otro tema a través de Computadora, que es la que envía a Sofía, Daniel y a Super K a las conexiones del tema, por teletransportación. De esta manera, se la pasan viajando a través del conocimiento en el lapso de 24 minutos de duración por emisión.

A pesar de la intencionalidad educativa, a pesar del reconocimiento ganado, no logra convencerme. Incluso le pregunté su opinión a un niño de 10 años que me acompañaba y me dijo “que le parecía muy infantil”. Pareciera que en nuestro país todavía no hemos logrado identificar cómo podemos hacer programas educativos que además sean entretenidos, que nos atrapen, que nos seduzcan… Incluso a los adultos.

viernes, 4 de junio de 2010

Tvdependencia: ¡A tomar el control!




Por: HAROLD DAVID CHARRIS


La televisión es un medio de entretenimiento presente en lugares públicos y privados, lo que nos indica el interés que despierta en la audiencia y su nivel de impacto. Sin embargo surge una inquietud: hasta qué punto manejamos la televisión, ¿o la televisión nos maneja a nosotros?

La pregunta nace de una experiencia que tuve en un punto de pago de un servicio público. Una señora de aproximadamente 65 años de edad, se topa con una contrariedad cuando el cajero le informa que no reciben pagos del servicio de gas, solo de luz; como el recibo ya había sobrepasado la fecha límite, el empleado le indica que a dos cuadras del lugar lo puede cancelar. La respuesta de la señora sorprendió a más de uno: “Ah, no, si van a cortar el gas, que lo corten! Pero yo no me voy a perder mi novela por nada del mundo..!”.

Y lo más curioso de todo es que casi siempre creemos que las que sufren de ese mal son las “amas de casa”, las que no están laborando, las que pasan demasiado tiempo solas y su compañía más permanente es precisamente la televisión… Que son ellas las que se apropian de las escenas ficticias como una experiencia vivida sin diferenciar el real objetivo que se quiere transmitir ni mucho menos lo que es real y ficticio. Pero cuando empezamos a mirarnos a nosotros mismos, encontramos que con demasiada frecuencia caemos en lo mismo… O cuántas veces, como estudiantes universitarios que somos, hemos aplazado esa tarea, ese estudio, por seguir viendo nuestros programas favoritos. De igual forma cuando tengo que visitar a un amigo o ir a un cumpleaños y están transmitiendo unos de mis programas favoritos, un partido de futbol o una película de estreno, llego tarde por estar en expectativa de lo que esté sucediendo en el programa.

Ahora bien, la idea tampoco es que dejemos de ver la televisión, porque es un hecho real que por medio de ésta nos podemos informar con una rapidez extraordinaria de lo que está sucediendo en cualquier parte del mundo y darle un buen uso como herramienta para el eduentretenimiento. Pero debemos tomar conciencia de nuestra situación actual frente a la TV, la cual no debe interferir con el desarrollo de nuestros compromisos académicos, laborales o sociales. Toma el control, y no permitas que ella te domine…

Música y televisión...





Por: José María Mendoza Viana

A manera personal disfruto de la música tanto o más como de la televisión. Es mi forma de encontrar tranquilidad.

Desearía que hubiese programas con esos contenidos para integrar las dos maneras más usuales y entretenidas que conozco para relajarme y descansar, después de un día de trabajo y universidad. Se preguntarán, ¿y los canales especialmente dedicados a videos musicales en los cuales realizan top acerca de la mejor canción de la semana, día o año? Sí, existen, y exponen diferentes tipos de videos, pero en ocasiones no es lo que deseo ver y mucho menos escuchar. Quiero encontrar al pasar los canales programas dedicados a la música pero de una manera crítica, como sus orígenes, los acordes, instrumentos etc. Además encontrar música clásica que estimule el cerebro impulsando al cuerpo a ser más activo, una buena manera de comenzar el día con energía, ¿no les parece? No niego que uno de mis géneros favoritos es el rock, y el folclor, pero soy consciente que en ocasiones no aporta lo que deseo en mi progreso educativo. Y a propósito de esto, debería ser utilizada la música clásica, para generar resultados en niños en su etapa inicial, ayudando al desarrollo de la motricidad.

Finalmente los programas televisivos que comentan mis gustos son muy limitados, ajustándolos a un horario muy complicado para ver. En Telecaribe he visto en muchas ocasiones historia de la música, lo que hace interesarme en estudiar y conocer más sobre esto, y si mi pasión no me ayuda con el aprendizaje qué más lo puede hacer? Una excelente manera de conocer y entender el mundo que nos rodea es ir más allá de lo que se ve y se escucha, propongamos mejor television que ayude con nuestra pasion.

¿Edu- qué?






Por: MELISSA AVILA DAVILA


¿Quién dijo que no se puede aprender o educar con diversión? Es muy visto que los niños y jóvenes aprendemos mucho más rápido cuando nos divertimos e interactuamos con la información que se nos está transmitiendo, ya que dicha información llega mucho más directa a cada uno de nosotros, que a su vez nos resulta interesante y de mayor agrado para asimilarla. Es ahí donde la televisión debe jugar un papel importante como medio de educación para niños, jóvenes y adultos.

Entonces, la televisión no se puede quedar sólo en entretener al espectador sino que debe ser ese medio que te permita aprender cosas novedosas, educarte, pero educarte con calidad. Es por ello que hoy se habla de Eduentretenimiento, pero ¿qué es esto? ¿Edu- qué?

Ahora quiero mencionarte un autor que habla acerca del Eduentretenimiento, quien dan su opinión acerca de esta estrategia de comunicación la cual resulta muy interesante de aplicar en nuestra vida diaria.

Por ejemplo, el Dr. Miguel Sabido, filósofo, pensador e inteproyectador en comunicaciones, considerado como un verdadero visionario en la comunicación humana; argumenta que el uso social de la televisión comercial se define como “cualquier programa de TV que genere un bien social COMPROBADO sin bajar el rating, el share ni las ventas”, y a que esta metodología se le conoce como Entertainment-Education o “entretenimiento socialmente útil”.

Si se analiza el concepto que plantea Sabido, podría decir entonces que cualquier programa de TV no cumple con esta definición, puesto que algunos no generan un bien social comprobado tal como lo dice este autor, y generar un bien social indica que las personas puedan aprender cosas nuevas y de calidad, sin que se aburran del programa.

Por ejemplo, algunos programas educativos de calidad como los de Discovery Channel, Animal Planet, National Geographic entre otros, sin duda son programas que nos brindan información para una educación de calidad pero muchas veces nos aburren, tal vez por la forma en que nos transmiten esta información y es por ello que optamos por ver programas más divertidos o entretenidos, que sin embargo su finalidad no es educar.

Otros programas de TV como realities y muñequitos que sólo se dedican a entretener al espectador y no van más a allá de educarlo, brindan un entretenimiento barato que atrae en mayor proporción a los niños los principales televidentes y cuyas mentes se dejan llevar por las imágenes, sonidos y la trama de la historia que plantean dichos programas.

Pero existen otros programas como los shows para niños y niñas que realizan canales como Disney Channel y Discovery Kids, que muestran programas más entretenidos para niños pero con la finalidad de que estos aprendan cosas novedosas y de calidad.

En conclusión, quiero decirte que la TV puede ser tu aliada en la educación en la medida que sepas utilizarla, para educarte y entretenerte a la vez, lo que yo llamaría Eduentretenimiento inteligente.

jueves, 3 de junio de 2010

¿Cómo afecta la tv a tu hijo?


Por:ANGELICA MARIA BOSSA GARCIA

Pensemos por un instante cuánto tiempo pasan nuestros hijos frente a un televisor, dos, tres o hasta cinco horas delante de un cajón lleno de innumerables programas que no dejan que desarrolle su creatividad, que no le permiten interactuar con otros niños y que además tienen un contenido que es perjudicial para ellos, ya que no entienden los actos de violencia, las propagandas que infieren en sus sentimientos o gustos y mucho menos cómo se vende el sexo, como algo de moda que todos deben hacer para pertenecer a un grupo social, olvidando que con él vienen muchos problemas como embarazos no deseados, enfermedades venéreas y hasta la muerte con el sida.

En muchos estudios realizados podemos darnos cuenta que la televisión afecta el buen desarrollo de un niño o adolescente en el colegio, ya que ésta perjudica la capacidad de aprender, disminuye la concentración y dedican menos tiempo a sus obligaciones como estudiantes ya que viven en función de estar sentados frente a su cajón de madera.

Sin duda nosotros los padres somos la pieza clave para que nuestros hijos aprovechen al máximo los beneficios de la televisión, como los programas educativos, los documentales, los concursos, entre otros, pero todo esto con nuestra compañía, supervisión y apoyo.

Además debemos colocar limites y reglas, como una hora diaria de televisión, si vas mal en el colegio no hay televisión, dormir temprano aunque el programa sea interesante ya que luego esta cansado y no rinde en el colegio.

Pregúntate como padre ¿Cómo estas actuando frente a la relación de tus hijos con la televisión? ¿Qué normas tienes frente al uso de la televisión? ¿Piensas que estas normas están siendo efectivas y por qué? Respóndete y si estas fallando busca ayuda y soluciones para que tus hijos sean unos niños creativos, dinámicos, alegres, espontáneos, saludables y llenos de vida, y sobre todo el mayor consejo que puedo brindarte es ¡no tengas todo el día el televisor encendido!

Sin prisas ni reproches

Por: Mónica Flórez Crissién

Mi encuentro con la magia de la televisión se fue dando sin prisas ni reproches. Paso a paso fue conquistando un espacio ganado a pulso, que no compitió con los libros, porque éstos ya ocupaban un lugar de privilegio.

Primero fueron las escapadas donde la amiga del piso 13, para poder asomarme a esa ventanita mágica que en la casa no existía. Luego fue el aprender a negociar con los hermanos por el programa preferido. Más tarde fue descubrir la llegada del tecnicolor para dejar a un lado ese oscuro “blanco y negro” que reinó durante tantos años. Y lo más reciente, la proliferación de canales privados que abrieron el mundo de la tediosa dicotomía nacional a la que nos tenían sometidos.

Sí, la televisión ha sido parte significativa de mi historia y la de miles de ciudadanos de este mundo. Por ello me asombra encontrar hoy jóvenes que dicen que no ven televisión, que no saben qué escribir de ella, que no les inspira nada en especial…

¿Será entonces cierto que el celular, los videojuegos, o el internet, están desplazando a la televisión?

Teleconsumismo

La dictadura de la publicidad



Por: Fabio Andrés Martínez Cárdenas

Hoy ver televisión significa también someterse a la dictadura de la publicidad, alimento esencial del capitalismo. Si sacamos la cuenta de cuánto tiempo se utiliza en propagandas, notamos que es superior al de los pocos programas de interés que se presentan en la televisión colombiana.
De esta manera, la popular frase "El tiempo en la televisión vale oro", se constituye en algo más que una metáfora; su significado es casi literal...

Pero y es que acaso ¿el tiempo que el televidente gasta frente a una pantalla, no lo vale también? Está claro que la televisión es un negocio en el que las ganancias y el rating lo son todo y donde el aprendizaje a través del eduentreteniemiento está a un lado; además nosotros mismos lo hacemos también ya que los canales que nos presentan estas propuestas de eduentretenimiento no los vemos, ejemplo claro lo son Señal Colombia, Telecaribe, entre otros.

En canales nacionales como Caracol y RCN, las propagandas llegan a durar 7 y hasta 8 minutos, luego, al momento de iniciar el programa nuevamente, ya no sabemos de qué se trata lo que estábamos viendo, porque de tanta publicidad que nos brinda generosamente el teleconsumismo, perdemos el interés de lo que estabamos viendo, mientras que canales internacionales como Animal Planet tienen propagandas que solo duran entre 3 y 4 minutos.

Un problema como éste no es solo para mostrarlo y hablar de él, tenemos que encontrarle soluciones prontas, porque no es justo que la televisión colombiana se esté convirtiendo en un mercado negro.