viernes, 28 de mayo de 2010

LA TV Y EL FACILISMO PARENTAL

Las familias colombianas han experimentado cambios profundos, no solo en lo concerniente al uso de nuevas tecnologías, sino al vacío que ha dejado en el hogar, la incursión de la mujer a la vida laboral, lo que ha impactado con especial relevancia la educación de los hijos, teniendo que dejarlos al cuidado de otras personas. En este contexto, he querido reflexionar, sobre uno de los elementos claves que han llegado para llenar ese vacío, la Televisión, que algunos han llamado “la niñera sustituta”. Sin embargo, esta afirmación, tiene graves implicaciones. Analicémosla.

La Constitución Política Colombiana hace referencia en varios de sus artículos al derecho y al deber de todos los colombianos para desarrollar una personalidad completa, en un ambiente sano, que propicie la vida, la salud, la educación y el progreso (artículos 44, 45, 49, 67).

Los niños y niñas en edad escolar tienen necesidades y problemas diversos y específicos que afectan su salud. Dentro de la gama de problemas de salud, respeto, y tolerancia merecen ser resaltados los psicosociales, algunos de estos ocasionados por la carencia de una programación televisiva con valores y principios.

El objetivo general de la televisión todavía no lo he podido definir, será económico, recreativo, informativo, generador de empleo, centro de participantes.

“Estudio no para saber más, sino para saber algo mejor”.

Es importante por tanto, pensar sobre la gran importancia de la actividad televisiva en nuestros días para llamar la atención en especial de los niños quienes dedican gran parte de su tiempo al pie de esta…, absorbiéndolos en todos sus niveles con una programación variada mas no seleccionada; que no siendo apta para menores sí es de su interés y estoy seguro que les apasiona.

“Busca lo que te falta entre lo que tienes”.

Por supuesto, esta no va dirigida a los niños, aunque me encantaría que al leerla y conocer su contenido; se esforzaran muchos de ellos en reflexionar “si el consejo es bueno no importa quién lo de”. Es así como algunos padres de familia no se percatan de la calidad de la programación, si es apta o no para menores de edad; con tal de realizar sus propias actividades, sea recreativa, descanso o de cualquier índole, no se preocupan por estar pendientes para orientar a sus hijos en lo que deben o no ver, le buscan la programación que le exige su hijo, despejándole el camino hacia un abismo oscuro y tenebroso sin medir consecuencias.
Pero… la tranquilidad momentánea, en corto tiempo se puede convertir en la pesadilla de toda su vida. “Educa a los niños y no será preciso castigar a los hombres”.
Por: Michael Sandoval Karam.

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