jueves, 27 de mayo de 2010

¡Que vivan Los Simpson…! Entre otros….


En mi experiencia como televidente, desde mi infancia hasta mi adolescencia me he caracterizado por escoger los canales más divertidos, que me lleven a mi entretenimiento total cuando no estoy en la calle jugando futbol, compartiendo con mis amigos o simple mente de rumba.
Una etapa de mi vida fue ver programas para niños muy educativos como lo ofrece el canal Discovery Kids, entre los que podemos contar a Plaza Sésamo, Bananas en pijamas, Dora la exploradora, o Teletubbies, entre otros, que estimularon mi desarrollo emocional, intelectual, y el desarrollo de valores esenciales para la convivencia.
Ya más recientemente, puedo enumerar otra serie de programas que me llenaran de mucha felicidad, de esos que no me perdía ningún día, esos que me llevaban a una lucha constante con mis hermanas mayores para que ellas no me cambiaran mi programa por el de ellas, esos que tanto amé y que paulatinamente fui dejando y aborreciendo, hasta el punto que me daba pena hablar de ellos: Dragon Ball Z, Inuyasha, Naruto, Power Ranger, en fin toda esta nueva ola de series animadas que despertaron sentimientos nuevos no solo a mi sino a muchos de esa época. Estos proponían una constante lucha incansable, groserías, peleas, egoísmo, pensamientos negativos, e incluso conductas diabólicas.
En mi adolescencia no he cambiado mucho. Aún sigo viendo series animadas como lo son Tom & Jerry, Bili y Mandí, Los padrinos mágicos, programas que han sido muy criticados por considerar que no aportan nada para la sociedad, o te hacen una persona sin fundamento. Quién no ha escuchado la expresión “esos hp muñequitos te van es a volver un bobo”; pues no mis queridos amigos los Cartoons no son malos para nuestra sociedad, los Cartoons conviven con nosotros y por muy raro que parezca aporta muchísimo para esta sociedad agotadora y estresante.
Otra de las series controvertidas son Los Simpson, mis “muñequitos” favoritos, caracterizados por su vocabulario vulgar y su “mamadera de gallo”. Sin embargo, son las caricaturas más vistas en todo el mundo porque reflejan muchas inconformidades desde la política, la música, la religión y la farándula, y aunque su lenguaje no es apto para menores de 12 años, enseñan y critican la sociedad actual, destacando problemas como la drogadicción, las diversas y sutiles violencias desde el área laboral, familiar, con nuestros amigos, sexo, religión, etc.
“Somos libres de ver lo que queramos, pero no nos dejemos llevar por la primera impresión que vemos, hay que indagar a fondo lo que ese programa nos quiere realmente transmitir”.


Por: CHRISTIAN JAVIER PEREZ ESCORCIA

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